Martes 9 de marzo de 2010
Chiquita mía:
Esto del terremoto está generando todo tipo de sorpresas, paradojas, reencuentros y conversaciones en que se entremezclan curiosamente el dolor, la perplejidad, el desconcierto, la voluntad de "tirar p’alante" y...el humor.
Hoy fue un día en que "reaparecieron" varias personas ligadas a una de las más queridas "tribus" de mi vida: la famosa G69, la generación que empezó en 1969 a estudiar periodismo en la Universidad de Concepción.
La que más me impactó fue Alicia Araya, una de nuestras "regalonas": linda, simpática, inteligente. No pocos andaban "locos" por ella. Y con razón.
Ella hace parte de los que todavía viven en la región de Concepción, por lo que la preocupación por saber de ellos era más urgente. Apareció después de unos cuantos días con un mail escueto pero decidor:
Queridos amigos. Qué tragedia la vivida, yo vivo en Pingueral al lado de Dichato, que ya no existe, el agua llegó a metros de mi casa, arrancamos hacia los cerros donde al amanacer vimos en el mar las casas y autos que el mar había arrastrado desde la bahía de Dichato.....su desaparición conlleva mis recuerdos y vivencias de toda una vida...de lugares y personas muy queridas.....siento pena y dolor.
Días después ¡el 8 de marzo! nos envió un segundo mail, en el que nos cuenta "una historia dentro de tanta tragedia". Te la transcribo sin más comentarios.
Amigos:
Como ya les he contado el agua llego a metros de mi casa en la playa de Pingueral donde vivo. Con mi socio subimos al cerro a dormir en el auto durante varias noches. Por aquí era verano todavía. El día antes del terremoto fui a control médico por mi escoliosis, parte del tratamiento para evitar los dolores era un realce de 2,5 cms en todos los zapatos del pie izquierdo.
De regreso a mi casa, mi socio me dice: lo de las tapillas a los zapatos lo haces de inmediato. Llego a Pingueral, saco una bolsa de basura de las negras grandotas y empiezo a poner en ellas todos los zapatos izquierdos. Les hago la salvedad que tengo un 0,000001 de porcentaje de afición como la Imelda Marcos [1] ...los puse todos de invierno, verano...y bajé a Dichato a buscar un zapatero... había uno solo, no tenía nada de trabajo, al día siguiente estarían listos. Contenta por haber cumplido con la recomendación médica volví a mi casa....al otro día la tragedia.....en ese lugar ya no existe nada....mis zapatos deben estar navegando en algun lugar del océano, se los cuento porque ayer ya más calmada me desprendí de los derechos y hoy .....ya me compré un par...putas que los encuentro lindos y cómodos.
Dentro de tanta tragedia, de dar gracias a Dios por estar bien....una guevada que me pasó a mí no más.....saludos Alicia
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Para que, si no lo has visto, te hagas una idea de lo que fue el tsunami en Dichato: