¡
Queremos tanto a Julio! Un tal sentimiento -que no por nada
es también el título del relato que publicamos en la página siguiente de esta Rayuela
destinada a conmemorar al Cronopio amigo- es razón más que suficiente para que
un argentino de París nacido en Bruselas, tenga un lugar – ¡de honor!- en
nuestro universo francochileno. Pero hay más, muchas razones más. Entre
ellas, su amistad y solidaridad con Chile y los chilenos –como con todos
quienes en uno u otro momento de su vida sufrieron por la insensibilidad, la
prepotencia o la estupidez de algún “fama”- fueron constantes e
incondicionales.
¡Cómo no querer entonces marcar esta pasarela de amistad entre chilenos y
franceses con la sensibilidad, la inteligencia, la generosidad, la lealtad y el
talento de Julio Cortázar!
Por ello es que junto con proclamar nuestro orgullo de que el gran Cronopio
haya sido y siga siendo "de los nuestros" y nuestra esperanza de ser
algún día verdaderamente “de los suyos”, hemos querido compartir con los
cronopios del mundo entero–y no sólo con los francochilenos porque es bien
sabido que los cronopios no saben de fronteras- un documento exclusivo que con
el que queremos, a veinte años de su viaje al "lado de allá",
rendirle un homenaje de amistad, de admiración y de gratitud. Por habernos
abierto los ojos, liberado el corazón y desatado las ganas.
¡Queremos
tanto a Julio! es el relato de los encuentros que tuvimos con Julio a
partir de fines de 1980. De allí resultó una Entrevista con el Cronopio
en torno a la escritura, la música y el jazz, que fue publicada en febrero en Le
Monde de la Musique (Francia) en febrero de 1981. Aquí, por vez primera,
tendrás la oportunidad no sólo de leer sino también de escuchar lo que que
Julio pensaba de esa trilogía tan omnipresente en su vida y en su obra.